15 escenarios, más de cien actos en vivo, una decoracion que simula un cuento de hadas y de la que se cuida hasta el más mínimo detalles y, por supuesto, un discurso que incita a los asistentes a ser "GENTE DEL MAÑANA".
La zona de camping se ubica en las afueras del festival y es conocida como Dreamville. Los asistentes pueden llegar con su propia tienda de campaña o rentar alguna que a su llegada estará perfectamente instalada.
Si esto no es suficiente, existen opciones que permiten
alquilar un búngalo para dos personas por 600 euros o, si el presupuesto lo
permite, una casa con sauna, alberca y
jacuzzi por
la módica cantidad de 9 mil euros. Porque, claro, en esta nación también existen clases sociales, ¡papawh!
Aunque, de hecho, el dinero no lo es todo en esta vida,
y menos en Tomorrowland, donde se usa una moneda propia que rige absolutamente
todas las transacciones que se realizan al interior del festival. Desde comida,
cervezas y souvenirs, hasta experiencias que te permiten ver a los actos
principales desde un lujoso palco, con champagne y delicatessen preparados por
reconocidos chefs. En otro espacio del festival, uno puede disfrutar de
un área de descanso, con sillones,
masajistas y –por supuesto– jacuzzis porque ¿quién no ha soñado con ir a un rave de 100 mil personas para meterse a un jacuzzi y relajarse
mientras escucha la presentación de Alesso?
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